Orígenes y evolución de la astrología: ciencia y magia de las estrellas

Ciencia de Astrología

Orígenes y evolución de la astrología: ciencia y magia de las estrellas


Los mapas de las constelaciones han existido desde mucho tiempo antes que los mapas geográficos. La lectura de estas y la interpretación de los símbolos llevan en la historia de la humanidad un extenso recorrido. A continuación, conoceremos los orígenes y evolución de la astrología y cómo se ha ido desarrollando con el paso de la historia.

 

Orígenes y evolución de la astrología, los primeros pasos: Mesopotamia

Para identificar los orígenes de la astrología, es necesario pensar en los sumerios en Mesopotamia. Mesopotamia es una región de Asia Occidental que ha sido muy importante en términos históricos para el desarrollo de la humanidad y donde, además, aparecieron las primeras personas que comenzaron a notar los movimientos de las estrellas y de los planetas.

Ya hacia el año 3.000 a.C., se registraron e identificaron las constelaciones y determinados patrones significativos. En particular los babilonios, dentro de Mesopotamia, fueron quienes se convirtieron en los primeros grandes astrónomos de la historia, continuando con las investigaciones de los sumerios. De esa forma, los babilonios crearon la primera rueda zodiacal en el mundo.

Ya hacia fines del siglo V a.C. y habiendo tenido un rol fundante en los orígenes y evolución de la astrología, los astrónomos babilónicos habían logrado dividir la eclíptica en 12 signos iguales, que correspondían a los 12 meses del año, con 30 días cada uno. Así, cada uno de los signos contenía 30° de longitud celeste, lo que les permitió crear el primer sistema de coordenadas celestes del que se tiene registro. Posteriormente, identificaron cada uno de estos segmentos con el nombre de un animal, lo que daría lugar a los desarrollos posteriores de los griegos que generarían el círculo animal.

circulo animal - origenes y evolucion de la astrologia

El surgimiento de la astrología horoscópica

Tiempo después, y en particular luego de la ocupación de Alejandro Magno en el 332 a.C., Egipto pasó a estar bajo el dominio helenístico. Fue en este marco como, entre los siglos III y II a.C., los eruditos creaban, en la ciudad de Alejandría, lo que se conoció posteriormente como astrología horoscópica. Se trataba, entonces, de una fusión entre la astrología que habían desarrollado los babilónicos y la tradición egipcia también consolidada del zodíaco decano.

Lo que tomaba del sistema anterior era la rueda zodiacal babilónica. No obstante, añadía el concepto egipcio que la dividía en 36 secciones con 10 grados cada una. Al mismo tiempo, los egipcios ponían especial énfasis en el decanato ascendente, que era el sistema griego de dioses planetarios, signos y los cuatro elementos de la naturaleza.

En la astrología helenística, los antiguos astrólogos realizaban un cálculo del grado del horizonte oriental. Este, se elevaba contra el telón de fondo de la eclíptica en un momento específico. Es a ese momento específico que se dio el nombre de ascendente, una palabra que, en griego antiguo, se escribe “horoskopos”, que es de donde proviene el actual término horóscopo. De este modo, lo que hacían los astrólogos era trazar cartas astrales donde se veían las posiciones del Sol, la Luna y las estrellas en el momento en que una persona nacía, pudiendo de esa forma utilizar la carta para identificar los rasgos de esa persona y, en ocasiones, su futuro y destino.

 

La astrología en Grecia y el arribo a Roma

Ya hacia el 280 a.C., un sacerdote de Bel de Babilonia, llamado Beroso, decidía mudarse a la isla griega de Jos, con el fin de enseñar a los griegos acerca de la cultura babilónica y enseñarles astrología. En los orígenes y evolución de la astrología, este punto fue muy importante, debido a que, poco tiempo después, para el siglo I a.C., ya se practicaban ampliamente dos tipos de astrología en esta región. Una, la lectura de horóscopos y, la otra, la astrología teúrgica, que se ocupaba particularmente del ascenso del alma a las estrellas.

Posteriormente, serían los griegos quienes llevarían la astrología a Roma, consolidando su instalación en Occidente. Tiberio, en el siglo I d.C., fue el primer emperador que contrató a un astrólogo para la corte, siendo este Trasilo de Mendes.

Pero, además, hacia el siglo II d.C., el astrólogo Claudio Ptolomeo estaba obsesionado con lograr pronosticar horóscopos que fueran cada vez más precisos. Con ese fin, comenzó a diseñar mapas más exactos del mundo, para poder trazar la relación entre el lugar de nacimiento de la persona y la ubicación de las estrellas, dando lugar a un desarrollo científico inigualable en el momento. Con él, se logró pasar de los mapas mayormente simbólicos a mapas mucho más exactos y similares a los mapas que, 19 siglos después se emplean en la actualidad.