San Barachiel
Su nombre significa: «Bendición de Dios»
Pedimos a San Barachiel, nos proteja de caer en la pereza, la indiferencia a las Cosas Santas, en la mortal tibieza; y liberen a las almas por las que rezamos, o nos rodean, del pecado capital de pereza y la mortal caída en la tibieza e indiferencia.
El celo en el bien es necesario a la santidad, a la dicha, porque «El Reino de los Cielos sufre violencia y tan solo los violentos lo pueden arrebatar» (Mateo 11,12). Y en otro lugar Jesús dice: «No los que dicen Señor, Señor entrarán en el Reino de los Cielos, sino aquellos que hacen la Voluntad de mi Padre que está en los Cielos» (Mateo 7,21). Los tibios son a los ojos de Dios también peores que las almas frías. El Señor dice: «Puesto que no eres ni caliente ni frío, sino tibio, yo comienzo a vomitarte de mi boca» (Apocalipsis 3,16).
La liberación de los pecados mencionados abre el camino para la vida espiritual, trayéndonos el Don de la Conversión y la fortaleza y entrega total en sostener la vocación a la que nos llamó el Padre Dios, por primero a Ser Hijos por adopción en la Sangre de Jesucristo, y luego en la vocación particular de cada uno: vocación religiosa, vocación al matrimonio, vocación a la soltería, vocación en una carrera en bien de la humanidad, etc. San Barachiel se lo representa portando un canastito lleno de flores y frutos preciosos (los frutos de la Vocación cumplida).
Ritual de las Bendiciones
El Ritual de las Bendiciones, (el Libro de las Bendiciones), Barachiel lo tiene en su mano derecha como señal de la Bendición del Señor, de los Santos Sacramentos y la administración del Preciosísimo Tesoro confiado a los sacerdotes. La Eucaristía, es la gran tarea y debe ser toda la entrega. Tiene que ser la primera preocupación en la oración y para esto nos viene en ayuda el Santo Arcángel Barachiel con sus santos ángeles auxiliares, para que las vocaciones que han sido concedidas a muchas almas se logren. Como ya decía San Pablo: «Yo os exhorto a caminar de una manera digna de vuestra vocación, que os ha sido concedida, con toda humildad, dulzura y paciencia. Soportaos mutuamente en la caridad. Sed generosamente comprometidos para conservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz» (Efesios 4,1 y ss.).
Oración: «Santo Arcángel Barachiel, convéncenos con tus ángeles. Ayúdanos a crecer en las buenas obras y en el amor a Dios y a María. Amén».